Ecosistemas de Binéfar

En el municipio de Binéfar se pueden encontrar diferentes ecosistemas de gran valor ambiental: forestal, estepario, agrícola, fluvial y urbano. Cada uno de ellos cuenta con características propias y con una biodiversidad que merece ser reconocida, estudiada y protegida.

Con el fin de poner en valor estos espacios y garantizar su conservación, se está desarrollando un proyecto financiado por el Gobierno de Aragón y la Unión Europea, por mediación del INAEM y a través del Programa JOVEM FSE+ Aragón 2021-2027, con una aportación económica de 16.707,60 €. Este proyecto tiene como finalidad la determinación de especies de fauna, flora y hongos presentes en el municipio, así como la realización de tareas de acondicionamiento y recuperación de los ecosistemas deteriorados. Además, busca acercar a la ciudadanía el conocimiento de estos entornos, poniendo de relieve su importancia ecológica y social.

 Localización de los diferentes ecosistemas del término municipal de Binéfar. La línea roja de puntos marca los límites del término.

 

Ecosistema estepario: El Sisallar

En la Península Ibérica, el término estepa se refiere a un ecosistema caracterizado por suelos pobres, en muchos casos con alta salinidad, y un clima mediterráneo semiárido, con escasas precipitaciones y temperaturas extremas.

A pesar de su aparente aspecto inhóspito, este entorno alberga una rica vegetación herbosa y arbustiva y una gran biodiversidad de fauna, especialmente aves e invertebrados. Sin embargo, la expansión de los cultivos y la actividad humana ha relegado estos ecosistemas a zonas marginales, improductivas o con pendientes demasiado pronunciadas para el uso agrícola.

En Binéfar, contamos con un ejemplo de este valioso ecosistema en la loma del Sisallar, situada al sureste del término municipal y lindando con Tamarite de Litera. Con una altitud superior a los 300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra localizado en la parcela 39 del polígono 15 de la Coba.

El objetivo del proyecto en este entorno es dar a conocer el valor ecológico del Sisallar, un lugar de gran biodiversidad y riqueza natural que a menudo ha sido considerado yermo o carente de interés. Con ello, se busca promover su conservación y permitir que la ciudadanía pueda disfrutar de este patrimonio natural.

Localización del Sisallar (en rojo).

En un estudio realizado en 2018 por Ecologistas en Acción, a petición del Ayuntamiento de Binéfar, se identificaron casi 200 especies de plantas distribuidas en hasta diez ambientes diferentes. Entre ellas destacan el tomillo, el carrizo, la carrasca y el sisallo, planta que da nombre al lugar, además de especies raras en Aragón como el Astragalus alopecuroides.

Asimismo, se registraron 34 especies de aves nidificantes, entre las que se encuentran el abejaruco europeo, la abubilla, el milano real, el pito real y la oropéndola. Este estudio puede consultarse a través del enlace “Biodiversidad de los Sasos de la Coba - El Sisallar. Binéfar. Ecologistas en Acción”.

Ecosistema urbano

El ecosistema urbano se desarrolla en nuestras calles, plazas y zonas verdes, donde conviven elementos naturales y artificiales que forman un sistema complejo, directamente influenciado por la actividad e infraestructuras humanas.

La gestión de los ecosistemas urbanos resulta clave para garantizar su sostenibilidad, ya que permiten regular el clima local, proporcionar hábitats para fauna y flora, y ofrecer servicios esenciales a la ciudadanía. Una mala gestión, en cambio, puede dar lugar a problemas de convivencia, salubridad y desconexión con la naturaleza.

En Binéfar podemos encontrar una gran variedad de especies de árboles como tilos, cipreses, acacias de Constantinopla, aligustres, ginkgos o cerezos japoneses. Además, algunos ejemplares han sido catalogados como arbolado singular de interés local, como el chopo del Parque Azanuy o el pino de la Casa Hervera.

Tanto este arbolado como las zonas verdes que lo acompañan, junto con las construcciones urbanas, constituyen el hábitat de una amplia variedad de especies de fauna. Las aves y los insectos son los grupos más representados, aunque también destacan especies como los murciélagos. Algunas de ellas cuentan con protección oficial, como las golondrinas, mientras que otras, como las palomas domésticas, pueden ocasionar problemas de convivencia y salud si no se gestionan adecuadamente.

Ecosistema forestal: la Sierra de San Quílez

La Sierra de San Quílez constituye uno de los enclaves forestales más representativos del municipio. En el pasado, fue una zona dedicada al pastoreo y aprovechamiento de leña carrasca, lo que acabó por provocar una deforestación casi total y un agotamiento del suelo.

En 1954, el maestro del colegio, D. Hipólito Bitrián, impulsó la primera repoblación de unas 13 hectáreas junto a la ermita de San Quílez, plantando pino carrasco con la colaboración de escolares, lo que dio lugar a la creación del Coto Escolar.

Posteriormente, entre 1984 y 1995, el colectivo Amigos de la Sierra y la Asociación Benito Coll, con el apoyo del Ayuntamiento, reanudaron las tareas de reforestación, repoblando en total unas 3 hectáreas. De 1996 a 2001, se continuó con la plantación de 1.000 árboles por año, sumando 6 hectáreas más. Desde entonces, las labores de reforestación se han mantenido activas, con la participación de centenares de personas, entre ellas los escolares de los centros educativos locales: CEIP Víctor Mendoza, Colegio Katia Acín, Colegio Virgen del Romeral e IES Sierra de San Quílez.

El pino carrasco (Pinus halepensis) ha sido la especie predominante en estas repoblaciones, debido a su gran capacidad de adaptación a las condiciones climáticas locales, con escasas precipitaciones y temperaturas extremas. Con el tiempo, este pinar ha creado las condiciones adecuadas para que otras especies arbóreas prosperen, como la carrasca, los tamarices, enebros (común y de la miera), sabinas y coscojas, contribuyendo así a la formación de un bosque diverso y de gran valor ecológico.

Hoy en día, la Sierra de San Quílez representa un espacio de biodiversidad y educación ambiental, resultado del esfuerzo colectivo de generaciones de binefarenses comprometidos con la conservación de su entorno natural.

Enebro rojo o de la miera (Juniperus oxycedrus) en San Quílez.

El estudio, conservación y puesta en valor de los ecosistemas de Binéfar son una prioridad para el Ayuntamiento y para toda la ciudadanía. Gracias al apoyo institucional y a la participación social, se está construyendo un modelo de gestión ambiental que combina la protección de la biodiversidad con la sensibilización ciudadana, asegurando así que estos espacios naturales continúen siendo un patrimonio vivo para las generaciones presentes y futuras.